Fly & Drive Polonia Verde

¡Bienvenido a Polonia!
Llegada al aero­puerto de Varsovia y traslado al hotel.

Alojamiento. Noche en Varsovia.

Desayuno en el Hotel.

Visita de la capital polaca — Varsovia. Durante la excursión cono­ce­remos los lugares más impor­tantes de la ciudad y ten­dremos una inol­vi­dable opor­tu­nidad de conocer el pasado de Varsovia y la his­toria de Polonia. Empezaremos nuestro reco­rrido por la visita de la Ciudad Vieja (UNESCO) y de la Ciudad Nueva. Luego veremos el Palacio de los Krasinscy, el Palacio de la Justicia y el Monumento al Alzamiento de Varsovia. Nuestra excursión con­ti­nuará en el Parque Real Lazienki, donde admi­ra­remos la resi­dencia del verano del último Rey de Polonia y des­can­sa­remos junto al famoso monu­mento a Frédéric Chopin rodeados por mara­vi­llosa natu­raleza de este lugar.

Tiempo libre.

En las calles ado­qui­nadas del casco antiguo de Varsovia, se encuentra una sala de con­ciertos neo­clásica única con paredes ori­gi­nales de “estuco de yeso”, espejos de cristal y ele­gantes deco­ra­ciones del siglo XIX. Al cruzar las puertas, entrarás en la época de Chopin para un con­cierto com­puesto de dos partes de las mejores piezas de Chopin inter­pre­tadas por pia­nistas inter­na­cio­nal­mente reco­no­cidos. Después de la primera parte del recital se les invitará a una copa de vino espumoso o zumo de naranja. Al final del con­cierto habrá la posi­bi­lidad de hablar con el artista y hacer fotos. Este con­cierto es un comienzo per­fecto para una velada romántica en uno de los res­tau­rantes y bares del casco antiguo, pero también un mara­vi­lloso final para un día lleno de visitas turísticas.

Noche en Varsovia.

Desayuno en el Hotel.

Recogida del coche de alquiler en el hotel. Salida en dirección a Bialowieza.

Parque Nacional Bialowieza — El rey de los parques nacio­nales en Polonia y en Europa es el Parque Nacional de Białowieża. No sola­mente es uno de los más antiguos del con­ti­nente (creado en 1932), sino también el único lugar donde el bisonte europeo vive en libertad (cuenta en la actua­lidad con más de 300 ejem­plares) y donde se con­serva, en la reserva estricta, el llamado bosque pri­mitivo, parte del parque no alterado desde hace 400 años por la acti­vidad del hombre. Por eso, a veces, se habla de la Selva de Bialowieza.

Entrada al Museo de Historia Natural del Parque Nacional Bialowieza.

Noche en Bialowieza.

Desayuno en el Hotel.

Salida en dirección a la region de Podlasie.

Una parte de la region de Podlasie esta conocida como Tierra de las per­sianas abiertas. Las aldeas están habi­tadas por los indí­genos de Podlasie (¡indios Podlasie!), en su mayoría orto­doxos, que se iden­ti­fican a sí mismos como minoría bie­lo­rrusa. Los habi­tantes uti­lizan a diario el dia­lecto de Podlasie que poco a poco ya esta des­apa­re­ciendo. La Tierra es famosa prin­ci­pal­mente por la orna­men­tación de las casas de madera. Las per­sianas de colores, los fron­tones rica­mente deco­rados y las esquinas de las casas con fron­tones, los porches y las granjas muy cui­dadas, que son únicas en otras partes del país, reflejan la dis­po­sición espacial de los tiempos de la reina Bona. Todo esto está inmerso en el silencio y el verdor de jar­dines con malvas, ásteres y peonías.

Continuación hacia Kruszyniany.

Kruszyniany es un pueblo situado en el Camino Tátaro. Se carac­teriza prin­ci­pal­mente por la diver­sidad cul­tural y reli­giosa de los habi­tantes, pero también por la belleza del entorno. Aquí hay opor­tu­nidad de probar la inusual cocina tártara en un res­tau­rante local. Las mayores atrac­ciones de Kruszyniany son la mez­quita y el mizar, el cemen­terio tártaro. La mez­quita se remonta al siglo XVIII, pero su his­toria se remonta al rey Jan III Sobieski. El edi­ficio se con­serva en exce­lente estado, también se puede visitar su interior.

Saliendo en dirección Bialystok vale la pena parar en Tykocin.

Maravillosamente ubicado en el río Narew, casi al margen de la civi­li­zación, Tykocin inspira y deleita. Probablemente no exista un año en el que las calles ado­qui­nadas de Tykocin no secon­viertan en un set de fil­mación. Desde pro­duc­ciones domés­ticas hasta de Hollywood, el espíritu del shtetl judío se cierne sobre Tykocin, creando una atmósfera única antes de la guerra. Aquí se han con­servado mila­gro­sa­mente una sinagoga única y un barrio judío.

Continuación hacia Bialystok.

Alojamiento en el Hotel. Noche en Bialystok.

Desayuno en el Hotel.

Bialystok real­mente deleita a los visi­tantes. El Palacio Branicki con un jardín barroco es una fuente inago­table de his­torias y curio­si­dades rela­cio­nadas con la tur­bu­lenta his­toria de Bialystok, conocida en toda la Europa del siglo XVIII como el Versalles del Norte. La encan­tadora reserva Planty y Zwierzyniec: un mar de vege­tación en el centro de la ciudad, con un mini zoo­lógico. La iglesia ortodoxa de San Nicolás, la catedral ortodoxa del siglo XIX, gene­ral­mente está abierta a los visi­tantes. Las rutas turís­ticas se han marcado en el espacio urbano: podemos des­cubrir Bialystok judío, indus­trial, mul­ti­cul­tural y de madera.

Salida hacia la región de Masuria.

Bienvenido al Distrito de los lagos de Masuria (Kraina Wielkich Jezior Mazurskich), una tierra verde de colinas ondu­ladas sal­pi­cadas de innu­me­rables lagos, pequeñas granjas salu­dables, exten­siones de bosque dis­persas y pequeñas ciu­dades. Después del desayuno toma­remos un crucero por uno de los lagos y dis­fru­ta­remos de las her­mosas vistas.

Noche en el hotel cen­trico en una de las ciu­dades de Masuria.

Desayuno en el Hotel.

Día libre para des­cubrir la pre­ciosa region de los lagos.

Sugerimos hacer una excrusión a la Guarida de Lobo — escon­didas en las pro­fun­di­dades de los bosques de Masuria a unos 8 km de la pequeña ciudad de Prusia Oriental de Rastenburg, se encuentran las ruinas de una de las reli­quias his­tó­ricas más esca­lo­friantes de Polonia, el búnker más secreto de Adolf Hitler, uno que se llama Wolfsschanze o la Guarida del Lobo (Wilczy Szaniec).

Noche en el hotel cen­trico en una de las ciu­dades de Masuria.

Desayuno en el Hotel.

Salida hacia Malbork.

Visita al cas­tillo gótico de ladrillo rojo más grande en el mundo (UNESCO), la sede de los coman­dantes de la orden teu­tónica en la Europa del Este. El paseo por los sinuosos y mis­te­riosos pasillos de la for­taleza medieval no sólo es una opor­tu­nidad de admirar la mara­vi­llosa arqui­tectura, sino también un viaje en el tiempo que des­cubre la vida coti­diana de los caba­lleros de la orden, pre­senta los antiguos equipos y colección de arma­mento. Una atracción adi­cional será la expo­sición “La his­toria del ámbar”, que repre­senta la colección de los ámbares del Mar Báltico y la bisu­tería hecha de esta piedra.

Continuación hacia Gdansk.

Llegada y alo­ja­miento en el hotel de Gdansk.

Desayuno en el Hotel.

Por la mañana visita de la Ciudad Vieja de Gdansk. Traslado a Gdansk Oliwa, visita a la Catedral de Oliwa, la iglesia cis­ter­ciense más larga en el mundo famosa por los órganos barrocos, con­cierto de órgano en la catedral de Oliwa; traslado a Gdynia, visita al velero “Dar Pomorza”. Traslado a Sopot — paseo por la costa y el muelle de madera más largo en Europa. Regreso al hotel.

Alojamiento en el hotel de Gdansk.

Desayuno en el Hotel.

Salida en dirección a Torun.

Visita de Torun, ciudad en la que se encuentra un ejemplo exce­lente del estilo gótico medieval, sitio de naci­miento del famoso astrónomo polaco Nicolás Copérnico. Les invi­tamos a pasear por el Casco Antiguo (UNESCO) en el que visi­ta­remos la Casa de Copérnico y la Catedral con el cam­pa­nario, desde el que se extiende una bonita vista pano­rámica de la ciudad. Tiempo libre para comprar recuerdos será una ocasión per­fecta para probar las famosas galletas de jen­gibre de Torun, hechas según las antiguas recetas del s. XVI.

Continuación hacia Varsovia.

Llegada y alo­ja­miento. Noche en Varsovia.

Desayuno en el Hotel.

Traslado al aero­puerto.
FIN DE SERVICIOS.